Aunque las generaciones sucesivas no hemos tenido la suerte de leer la obra literaria completa de don Antonio García Morales, no existe ninguna duda de que forma parte , junto a sus hermanos, de las plumas que mejor han manifestado no solo su devoción por nuestros Titulares sino una exquisita sensibilidad hacía los misterios centrales de nuestra fe.
Desgraciadamente su temprana muerte nos privó de imágenes de don Antonio delante del Señor, en esta de 1956 camina hacía la Plaza Baja ayudado por su hijo Rogelio. Como curiosidad pueden apreciarse los antiguos escalones de la calle La Parra, figuras cofrades que ya despuntaban como Miguel Estrada Pérez ó clásicos bajo los varales de Nuestro Padre como Salvador Morales Marín y Juan Aranda Faroles (q.e.p.d.). De los cuatro niños de la derecha, destaca Alfonso Gil Osuna; detrás Francisco Pérez López (q.e.p.d.)