Desde el 17 de septiembre de 1922 se empieza a hablar de la Romería de la Virgen de Flores. En el retorno a su Santuario desde el pueblo la imagen fue llevada en Romería por los soldados que llegaron de la Guerra del Rif en la que una significativa cantidad de perotes defendían los antiguos territorios coloniales.
Aquel traslado resultó tan hermoso que el año siguiente se volvió a repetir, y así en los sucesivos hasta que en 1925 se hizo instaurar oficialmente la fiesta. Entre vítores, lágrimas y gran devoción, emociones que eran sentidas en el ambiente por todo el pueblo.
Tres meses antes -11 de junio- se celebró una solemne eucaristía por los soldados de Álora, dando un especial agradecimiento por la feliz vuelta de los campos de batalla. En este irrepetible acto la Virgen de Flores estaba presente bajo la atenta mirada de sus devotos soldados que en ningún momento de la contienda dejaron de rogarle. Momentos después de la misa, la Santa Imagen fue llevada en procesión a su Santuario desde la Iglesia Parroquial, lugar que fue durante la guerra un constante hervidero de fieles en busca de consuelo y súplica.
Actualmente a Romería se celebra el domingo posterior al ocho de septiembre desde que a comienzos de los años ochenta del pasado siglo el Ayuntamiento restituye la Feria de Álora a los primeros días agosto.
La foto de esta entrada se muestra un plano general de la Romería celebrada el 8 de febrero de 1938, con motivo de la acción de gracias promovida por el segundo aniversario de la entrada en Álora de las fuerzas nacionales tras la Guerra Civil.
