En el día del aniversario de su martirio producido en Álora, recordamos hoy la pluma de don Antonio Vergara que en su publicación de 1994 nos regalaba este soneto:
LA PALMA DEL MARTIRIO
Bajo arcos de fe y volutas de cirio
tu pecho prometía tal fulgor,
al que sólo venciera el del Tabor,
al que sólo emulara el de Sirio.
Mas, a las puertas mismas del delirio,
truncóse la esperanza en cruel dolor:
que a la rosa temprana de tu amor
le aguardaba la palma del martirio.
Y, así, a la carne soez, provocativa,
donada al margen de la sacra ley,
la tuya respondió con caso omiso.
Se inmoló tu cuerpo en antorcha viva,
gritaba tu fe : jViva Cristo Rey!
Y, al punto, se te abrió el Paraiso…