Mi natural curioso me hace toparme estos días con uno de los recuerdos más preciados de Tito Regino.
Se trata de una antigua caja de madera con el molde de las antiguas medallas de la Virgen de Flores, que mi tío abuelo Antonio Bootello Romero (padre de Regino) encargó y pagó en una de sus misiones como directivo de nuestra Patrona en la postguerra.
El diseño, seguramente familiar para muchos, está sacado del cuadro del presbiterio de la Parroquia y viene remitido por los Talleres Navas-Parejo, algo que para mí había pasado desapercibido hasta el momento.
En el matasellos se llega a apreciar levemente la fecha: septiembre de 1947. Toda una reliquia. Parte de un legado familiar que sueño con ir detallando y compartiendo por este medio de comunicación.