Ni en nuestros mejores sueños hubiéramos imaginado el cúmulo de sensaciones maravillosas que sentimos el día de nuestra Boda de Plata, fue realmente entrañable comprobar la respuesta de amigos y familiares que junto a la Virgen de Flores dábamos gracias a Dios por el camino emprendido el 13 de diciembre de 1986 y sellado el día del Pilar de 1997.
Si algún día tenemos el tiempo y la oportunidad de hacerlo me encantaría dejar escrito en esta, vuestra web todos y cada uno de los detalles, explicando el sentido que pretendimos darle al evento que fue una suma de pequeños momentos que nos hicieron pasar horas que jamás olvidaremos, sobre todo por si pueden servir de referencia a familias que quieran conmemorar efemérides de este tipo. Os garantizamos que mereció la pena.
Sin dilación volver a daros las gracias por vuestro cariño y amistad e informaros que hemos entregado a CUDECA en vuestro nombre la cantidad de 1.300 euros. No me cabe duda que fue lo mejor del día, ayudar a dar vida a los años de tantas personas que necesitan tener una muerte digna.