Casi por casualidad, encontramos en la historia eclesiástica de nuestra ciudad un episodio del primer cuarto del pasado siglo que supone para la Barriada “El Chorro” la restauración y ampliación de su capilla.
Esta ermita de María Inmaculada bajo la advocacion de la medalla “Milagrosa” existía posiblemente desde los primeros años de la pasada centuria y gracias al tesón de la actual asociación de vecinos sigue en pie como uno de los símbolos de la Barriada incluso con sus antiguos cultos renovados.
El acontecimiento se produce el primero de junio de 1920 y ratifica las distintas notas publicadas en la Hojita Parroquial (1) referente al fervor y religiosidad de aquellos vecinos, que, desde la creación de las antiguas fabricas y construcción de los pantanos siempre demuestran un acercamiento a los sacramentos y una participación masiva en cuantas iniciativas se toman desde la parroquia de Alora a la cual pertenecían entonces.
Buena muestra de ello, son las doscientas comuniones y confesiones que se imparten durante los días 28, 29 y 30 mayo de 1917 (2), o la primera salida procesional de “La Milagrosa”, con la capilla ya restaurada, el 27 de noviembre de 1920. (3)
Volviendo al texto que se fotocopia y que escribe magistralmente Don Antonio Gavilán González (4), puede decirse sin temor a equivocarse que es otra pagina de oro en la historia local proporcionada por los archivos parroquiales.
Se congregan en aquel acto dos personalidades encaminadas a la santidad como fueron el reciente Beato Manuel González García (5) y el sacerdote jesuita Tiburcio Arnaiz Muñoz (6) junto a otras personalidades locales y de pueblos limítrofes a los cuales ejerce como anfitrión Rafael Benjumea y Burin, Conde del Guadalhorce y alma mater de las fabricas que convertían a la Barriada en la mas poblada y activa de cuantas existían en la localidad.
La sabiduría popular nos descubre que la titularidad del templo se debe a la devoción a la medalla Milagrosa de la madre política del Conde de Guadalhorce. Esta señora entierra una medalla de la Santísima Virgen en el lugar donde se ubica la ermita y el antiguo colegio, hoy desaparecido. El motivo fue la acción de gracias por el transcurso de las obras del pantano y fabricas que no estuvieron exentas de dificultades de todo tipo.
Con esta circunstancia nuestra ciudad testimonia su participación en esta devoción nacida el 27 de noviembre de 1830, fecha de la tercera y ultima aparición de la Virgen en Paris a Santa Catalina Laboure.
Santa Catalina, perteneciente a la congregación de Hijas de la Caridad, recibe de la Madre de Dios el mandato de acuñar una medalla con el texto “María sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a vos” y el emblema Ave Maria. Desde entonces la congregación fundada por San Vicente de Paul vincula a sus devociones la medalla Milagrosa, que se extiende por todo el mundo.
El buen hacer y los contactos del Conde de Guadalhorce facilita la llegada de las Monjas de la Caridad a principios de los años veinte para hacerse del culto a la “Milagrosa” y de la dirección del colegio.
La encomiable y fructífera labor de las religiosas durante mas de cuatro décadas llegaba también a la Barriada de las Mellizas cuya escuela atendieron diariamente durante gran parte de estos años.
Otra figura ilustre ligada a la barriada y a la capilla es el sacerdote Don Antonio García García, que desde abril de 1952 hasta 1976 atendió espiritual e intelectualmente a estos vecinos desempeñando su ministerio con una gran entrega y tesón lo que le hizo ser muy querido y respetado, sentimientos fácil de comprobar cuando después de casi treinta años el famoso “Cura del Chorro” nos confirma con entusiasmo muchas de las dudas que se nos plantean en esta breve recopilación.
Francisco Lucas Carrasco Bootello.
20 Enero 2008
(1) La Hojita parroquial de Alora (1912-32), fue una publicación quincenal de la Parroquia que nos aporta la mayor parte de los datos que sobre la historia de Alora se conocen
(2) Hojita Parroquial nº 111/17-06-1917.
(3) Hojita Parroquial nº 191/15-12-1920.
(4) Don Antonio Gavilán González fue Párroco y arcipreste de Alora desde mayo de 1920 hasta 1927.
(5) El Beato Manuel González García (Sevilla, 1877 – Palencia, 1940), actualmente camino de la santidad fue uno de los Obispos señeros de la Iglesia de España durante la primera mitad del siglo XX. Su figura reconocida a nivel internacional como fundador en 1910 de la obra de “las Tres Marías y discípulos de San Juan de los Sagrarios Calvarios” extendida por Europa y América. Como Obispo de Málaga pasa a la historia como fundador del Seminario Diocesano (1919) y de las Misioneras Eucarísticas de Nazaret (1921).
(6) El Sacerdote jesuita Tiburcio Arnaiz Muñoz (Valladolid, 1865- Málaga, 1926) esta en proceso de beatificación y sus milagros se cuentan entre sus devotos de su ciudad natal, y las provincias de Toledo, Cádiz y Málaga donde desarrollo su ministerio. Los Padres Jesuitas de Málaga, donde llega en 1912, son testigos de su testimonio que siempre estuvo con los mas desfavorecidos. Su presencia en cárceles y hospitales administrando los sacramentos así como su continua preocupación por la educación de los menos pudientes le llevaron a gozar de una gran popularidad. Promovió la obra Doctrinas rurales (1922-26) creando escuelas por toda la provincia entre las que se encuentra la de las Mellizas.
