Camino de amargura es tu camino.
Camino de dolor.
Espinas en tus sienes.
Guijarros en tus pies.
Heridas en tu cuerpo atormentado.
En tu boca la hiel
y clavos en tus manos.
¡Cuanto pesa la Cruz!
¡Cuanto pesa el pecado!
A tus ojos divinos
los cierra el sufrimiento,
tu dolor es humano
y llegas al Calvario.
¡Perdonalos, Señor!
No saber: lo que hacen.
Perdóname, Señor.
Yo también he pecado.
Yo también cegué luz
a tus ojos divinos
Yo también te he clavado en esa Cruz.
Francisco García Morales Semana Santa de 1958